LUNARES
Uno, dos… cientos, muchos,
demasiados lunares en los que perderme.
¡Qué historia más bonita sería ir
descubriéndolos poco a poco! No todos de golpe, sino despacio y con buena
letra.
Me encantaría ser el astronauta
de tu cuerpo y dejar mi marca en ellos.
Que tus lunares son como
estrellas, siendo la única constelación en la que merece la pena perderse.
Qué manera más bonita de terminar
con Ramón Gómez de la Serna
“El lunar es el punto final del poema de la belleza”