PRIMAVERA REBELDE
¿POR QUÉ GUSTA ESPAÑA? COMPLETO
¿Por qué gusta España? ¿Por qué
gusta tanto?
Hagamos un esfuerzo he intentemos
descubrir que ven los extranjeros en este país.
- Argumentemos.
1) CLIMA
Sol, playa, montaña, nieve. Elige
clima que España te lo pone.
Tenemos sol “por un tubo”, da
igual la época del año que nuestro amigo aparecerá. A excepción en el norte,
aquí parece que le cuesta un poco salir, pero que al final sale.
Montañas, alguna que otra
tenemos, no tan altas como el Everest o Mont Blanc, pero oye, nuestros
Pirineos, Teide y compañía no nos lo quitan nadie. Que para hacer un poco de
escalada, senderismo y esquiar nos vale. Esto algunos países no lo pueden
decir.
Playas. Lo mejor para el final.
¿Cómo quieres la playita? Que yo te la pongo. Arena fina, volcánica, blanca,
con olas para que te lleven o para surfear o prefieres una tranquilita como si
fuera un lago.
Decirnos! Que tenemos oferta y
demanda.
Una de las mejores playas, por no
decir la mejor la tenemos nosotros. La Concha en San Sebastián, que no lo
decimos nosotros, sino vosotros con vuestros rankings y premios.
¿Y banderas azules? Parece que
nos las regalan. Muchísimas. Los que más!!!
Como he dicho antes si eres
amante del surf o de deportes en los que empleen una tabla y viento, también
tienes donde elegir. Norte o sur que viento tienes para practicar.
Así que todavía no entiendo si nos eligen por el clima.
2) CULTURA
Museo, catedrales, ciudades,
historia en general.
Que aunque nos guste la fiesta
como a los que más, algún que otro artista conocido tenemos. Cómo no vamos a
hablar de Las Meninas de Velázquez, el Guernica de Picasso, de Dalí y su
surrealismo, del museo del Prado, del Reina Sofía, del Thyssen o el Guggenheim.
O incluso de artistas que, aunque no hayan nacido en este país, hemos decidido
adoptarlos como El Greco y su “Caballero de la mano en el pecho”. Así somos,
cobijo para todos.
Nuestras historias, nuestras
aventuras y nuestros reyes. Reyes como Los Católicos, Carlos I, Felipe V,
aunque como en todos los lados, algún rey nos ha salido rana.
Que tenemos junto a Jerusalén, la
única ciudad en la que han convivido las tres culturas principales (islam,
judaísmo y cristianismo). Búscame otra ciudad con tanta historia.
Madrid y su cultura, Sevilla y su
arte, Valencia y su fiesta, las islas y sus paraísos, Barcelona y su
patrimonio. En definitiva, España.
Cómo no olvidar de La Macarena,
Antonio Banderas, Almodóvar, Penélope Cruz, el seductor de Julio Iglesias y
ahora “La Rosalía, tra’ tra’.
¿Sigo hablando de cultura o paso
a otro tema?
Así que todavía no entiendo si nos eligen por la cultura.
3) DEPORTE
Lo confieso. Este tema lo
argumento con mucho gusto. Más que amarnos nos odian.
Soy español, ¿a qué quieres que
te gane? Por algo lo diremos.
La raqueta de Nadal, la mano de Gasol,
el volante de Alonso, la moto de Ángel Nieto o Márquez, la garra de Carolina
Marín, el tiki-taka del fútbol, el Roland Garros de Muguruza, la bicicleta de
Indurain, Contador o Bahamontes, los bailes de la natación sincronizada o la
piragua de Cravioto.
¿Sigo? Deporte individual o
colectivo que a todo ganamos. Y si no hemos ganado todavía, darnos tiempo que
lo intentaremos y lo haremos.
Así que supongo que nos odiaran por nuestros triunfos en los deportes.
4) COMIDA
Aquí sí, vamos a pararnos y a pensar
si nos eligen por nuestras comidas y alimentos. Por esas sobremesas
interminables que se empalman con las cenas.
Decir dieta mediterránea es
sinónimo de hablar de nuestros productos. Un aceite de oliva, una ensalada, una
paella, un cocido, una tapa, una cerveza fresquita, muy fresquita por favor.
Así que lo mejor de todo es hacer
un menú.
Comenzaremos con unos entrantes.
Un picoteo, unas tapas de la casa, un poquito de jamón serrano con un buen pan,
un pinchito, un pintxo de tortilla de patata (con, sin), queso, lomo, chorizo o
croquetas.
¿Hambre? ¿Más entrantes? Una
ensalada con productos de la casa, un gazpacho fresquito, un pulpo a la gallega
o unas bravas.
Uff, no sé si me va a entrar algo
más.
Mejor vayamos al plato principal.
Aquí ya lo gozamos, tenemos
tantas opciones como gustos. Empecemos a elegir.
Está feo que lo digamos, pero los
asiáticos no saben utilizar el arroz. Que mejor que acompañar al arroz con algo
de marisco, unos mejillones, unas gambas… En definitiva, que el arroz coja
colorcito para llamarlo Paella.
Que no te apetece una paella,
pues tenemos algún que otro puchero rico. Un cocido madrileño, una fabada
asturiana, unos callos…
¿Algo de carne? Pues una ternera
gallega, un chuletón vasco, un cochinillo de Segovia…
¿O a lo mejor prefieres pescado?
Merluza vasca, espetito de sardinas, gambas al ajillo, a la plancha, bacalao,
marmitako…
Creo que con los entrantes y los
principales ya tenemos más que suficientes y vamos servidos.
Pasemos a los postres.
Unos plátanos de Canarias, unas
naranjas valencianas, una crema catalana, unas torrijas, unas ensaimadas, arroz
con leche…
Y con todo esto ya habríamos
terminado de comer, sin olvidarnos de que necesitamos bebida para que todo esto
entre mejor. Una cerveza fría, una sangría, una copa de vino y algún que otro
licor que se nos escape.
Todos estos productos los
cobramos con IVA en forma de aceite de oliva.
Así que todavía no entiendo si nos eligen por la comida.
5) GENTE
Y por último, a lo mejor nos
quieren por nosotros, por nuestra gente, por cómo somos ¿puede ser?
Que vemos a un turista, una
persona o un grupo y rápido somos hospitalarios. Los invitamos a comer, a
hacernos compañía, a ser sus guías, pero sobretodo de fiesta.
No es casualidad que nos conozcan
por la fiesta. Si Ibiza es famosa, será por algo. Campeones, anfitriones, reyes
de la fiesta nos llaman.
Pero todo en esta vida no es
fiesta.
También somos solidarios, que si
alguien necesita ayuda, allí estamos nosotros, para arrimar el hombro y echar
no una sino las dos manos. Líderes en donaciones de órganos. Los putos crack!!
Nuestras fiestas populares
tampoco están mal, está claro que alguna descarrila. Las Fallas, San Fermines,
La Tomatina…
Así que todavía no entiendo si nos eligen por nosotros.
Creo que ya se me han acabado las
ideas, los argumentos, pero el problema persiste. Continúo sin saber por qué
gusta tanto España.
