lunes, 9 de diciembre de 2019

SENTIDOS

PRIMAVERA REBELDE

SENTIDOS


Qué bonito fue el compartir y descubrir los sentidos contigo. Qué sensación más bonita.

Si te acuerdas, el primer sentido que utilizamos fue el de la vista. Ese momento en el que te ví a lo lejos, que poco a poco te vas acercando, pero que no sé por qué lo haces a cámara lenta, melena al viento y con paso decidido. Que aunque parezca mentira, esa primera sensación de verte tan segura de ti misma fue lo que me enamoró.

Posteriormente utilizaríamos el sentido del oído, afinando y concentrándome en cada una de las sílabas que empleabas en decir tu nombre.

El gusto, el tacto y el olfato de manera conjunta lo llevaríamos a cabo. Te preguntarás ¿cómo? Pues bien, esos dos primeros besos cuando nos presentaron, mejilla con mejilla. Que hicimos que el tiempo se detuviera para saborearlos y disfrutarlos, que aunque sabíamos que estos no iban a ser los últimos, sí que los primeros siempre eran los que mejor sabían. Que al acercarme tus labios puse todo el empeño para que el gusto, el olfato y el tacto tuvieran las mejores de las sensaciones.



Pensarás que este texto ha llegado a su fin, lo siento pero no es así. Porque no acaba con los cinco sentidos, sino que hay más. Cómo no olvidar la sensación de calor cuando nuestros dos cuerpos se funden y se convierten en uno solo, cómo no olvidar el equilibrio que me daba tu presencia en cada momento y cómo no olvidar de la sensación de dolor al ver que te marchabas por la puerta y que jamás volvería a verte.

Por ello, los sentidos no se pueden resumir exclusivamente en cinco.










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